La victoria de Donald Trump como el 47º presidente de los Estados Unidos marca un momento histórico y poco común en la política estadounidense. Al lograr 295 votos electorales y una corta ventaja de tan sólo el 3.3%, el candidato republicano regresa al Poder Ejecutivo con un segundo mandato no consecutivo, un suceso inusual en la historia moderna del país que refleja la volatilidad y el dinamismo del panorama político actual.

Su triunfo es el resultado de una combinación de factores que inclinaron la balanza a su favor, en un contexto de cambio y descontento. Los swings states y el rust belt fueron decisivos, reflejando una reconfiguración del mapa político impulsada por un electorado que se identifica cada vez más con una postura política polarizada pero conservadora y un mensaje económico preponderantemente nacionalista. Asimismo, el desgaste de la administración demócrata, sumado al discurso directo y reaccionario de Trump, generaron un “efecto rebote” entre los votantes demócratas desencantados y que también reavivó el apoyo de su base republicana.

Estos elementos trazan el camino que ha llevado nuevamente a Trump al poder, en una elección que reafirma su habilidad para conectar con la agenda de un amplio sector de la ciudadanía.

Publicado en: 22/11/2024Categorías: Editorial
Análisis e implicaciones del triunfo de Donald Trump como Presidente de EE.UU.